País Vasco, Madrid y Navarra son las regiones más especializadas e intensivas en los activos basados en la economía del conocimiento, según el informe «La competitividad de las regiones españolas ante la Economía del Conocimiento».

El director del estudio y catedrático de la Universidad de Valencia, Ernest Reig Martínez, ha presentado hoy el informe junto al director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Francisco Pérez, y al presidente de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, en la sede madrileña de la institución financiera.

 

A pesar de que «todas las regiones han avanzado en la economía del conocimiento», como ha asegurado Pérez, donde ha penetrado de forma más débil han sido Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, que presentan «las cifras más bajas de productividad y renta per capita».

 

En España, las regiones avanzan hacia la economía del conocimiento a diferentes velocidades «que depende de la intensidad con la que utilizan determinados factores productivos» y de factores transversales.
Así, España ha aumentado más de 20 puntos porcentuales la contribución de los activos basados en el conocimiento a su valor añadido bruto (VAB) en los últimos 25 años, y aunque, según Reig, se ha dado un paso «destacado», el país «no está a nivel europeo».

Según datos recogidos por el análisis, en 2013 se llegó al 55,8 por ciento frente al 34,6 % en 1980, y es en el sector de la Educación en el que más incidió, seguido por Correos y telecomunicaciones y servicios empresariales.

El estudio articula la economía del conocimiento en torno a tres componentes principales: el capital físico de base tecnológica (maquinaria y Tecnologías de la Información y la Comunicación -TIC-), el capital humano de alta cualificación y el desarrollo de actividades de I+D+i (investigación, desarrollo e inversión).

A pesar de que desde los primeros años del siglo, la inversión en TIC ha sido mucho más dinámica que el resto de inversiones productivas, y se ha centrado especialmente en el sector servicios, las actividades productoras de TIC tienen una presencia escasa en España y se concentran en Madrid, País Vasco y Cataluña.

Madrid, además, dobla a cinco regiones en la relación TIC con el VAB y es la única comunidad que supera la media europea en ocupaciones altamente cualificadas, con un 46 %.

Otro de los factores importantes analizados es el capital humano, que en 2015 fue de un 27,4 % de población en edad de trabajar con estudios superiores. Y vuelven a ser Madrid y País Vasco las regiones donde más altos índices se registran seguida por Navarra, lo que significa que sigue habiendo una «diferencia muy notable y marcada entre regiones», ha dicho Reig.

La crisis económica ha agudizado esas diferencias entre las tasas de paro de quienes tienen distintos niveles de estudios, que son también apreciables entre comunidades.

Por ello, la crisis ha obligado a «reflexionar» sobre las carencias y límites del modelo de crecimiento, en el que los avances de productividad tuvieron «muy escasa importancia» y la inversión en I+D+i retrocedió un 1,8 % en 2014; así, mientras Madrid dedicaba un 3,15 % del PIB, Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias e Islas Baleares no llegaban al 1 %.

El estudio hace hincapié sobre la importancia en la relación entre universidad, empresa y sistema productivo, además entre saldos fiscales regionales y gasto público en conocimiento e impulso de la actividad productiva.

Asimismo, el informe refleja que las aglomeraciones urbanas más grandes favorecen la penetración de la Economía del Conocimiento, al igual que la dimensión empresarial y la formación del empresariado.
El profesor Reig Martínez es también investigador del IVIE, y el informe lo ha elaborado junto a Francisco Pérez García, Javier Quesada Ibáñez, Lorenzo Serrano Martínez, Carlos Albert Pérez, Eva Benages Candau, Juan Pérez Ballester y Jimena Salamanca Gonzales.

Fuente: EFE/ La Vanguardia