Los precios industriales bajaron un 1,4 por ciento en junio en la Comunidad respecto al mes anterior arrastrados por la caída de los de la energía (-13,7%), según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En junio, en términos interanuales, el descenso de los precios estuvo arrastrado por los de la energía, que cayeron un 13,7 por ciento. También descendieron aunque en menor medida los de los bienes de equipo (-0,6%).
En cambio subieron en relación a junio de 2015, los precios de los bienes de consumo duradero (2,3%), bienes de consumo (0,3%), bienes de consumo no duradero (0,2%) y bienes intermedios (1,1%).
En términos mensuales, el incremento de los precios industriales se debió a la subida de los bienes intermedios (0,6%) y en menor medida al aumento de la energía (0,5%). Sin embargo, bajaron un 0,3 por ciento los de los bienes de equipo.
Respecto al resto de comunidades autónomas, la tasa anual del Índice de Precios Industriales (IPRI) ha aumentado en la mayoría de las comunidades. Las mayores subidas se han producido en Canarias (11,8%) y Asturias (5,6%), cuyas tasas aumentan 5,1 y 2,1 puntos, respectivamente.
Por su parte, junto con Madrid, la otra comunidad que ha disminuido su tasa anual ha sido Cantabria (-1,6%), con un descenso de 0,4 puntos respecto al mes de mayo.
En España, los precios industriales subieron un 1,8 por ciento el pasado mes de junio respecto al mes anterior y retrocedieron un 4,7 por ciento en tasa interanual. La tasa interanual registrada en junio, con la que los precios industriales encadenan 24 meses de descensos, es nueve décimas superior a la de mayo, mes en el que los precios industriales se hundieron un 5,6 por ciento.
La energía elevó casi tres puntos su tasa interanual en junio, hasta el 15,2 por ciento, por el encarecimiento del refino de petróleo, frente al descenso registrado en el mismo mes de 2015.
Por su parte, los bienes intermedios incrementaron tres décimas su tasa interanual, hasta el 2,2 por ciento, debido a la subida de los precios de la producción de metales preciosos, mientras que los bienes de consumo no duradero aumentaron su tasa tres décimas, hasta el 0,1 por ciento, por el encarecimiento del procesado y conservación de carne.