Investigadores estadounidenses han desarrollado una pantalla tan fina y flexible como la piel que, al igual que ciertos animales, puede cambiar de color de forma autónoma. Este monitor podría servir para crear nuevos artilugios como una camiseta a la que se le pudiera cambiar el estampado en cualquier momento.

Este dispositivo está formado por una capa de cristal líquido incrustada en una nanoestructura metálica con forma de huevo que absorbe algunas longitudes de onda y refleja otras. Estos colores se pueden regular con el voltaje aplicado al cristal. La interacción entre las moléculas del cristal y las ondas de plasma en la nanoestructura metálica permite tener una pantalla regulable y capaz de adoptar cualquier color.
El monitor tiene un ancho de pocos micrómetros, frente a los 100 de la piel humana. Para crearlo, los investigadores utilizaron una técnica barata de nanoimpresión que permitía que la estructura abarcara una gran superficie.

La flexibilidad de este monitor posibilita su aplicación a plásticos o materiales sintéticos. A corto plazo, podría servir para hacer más pequeños y flexibles los monitores de televisiones, ordenadores y teléfonos móviles. Sin embargo, según destacan los científicos, el mayor impacto podría ser la creación de nuevos tipos de pantallas, inconcebibles hasta ahora, el camuflaje, la ropa, y los artículos de moda, entre otros, podrían cambiar.

“¿Para qué necesitaría 50 camisetas en el armario si tengo una a la que le puedo cambiar constantemente el color y el estampado?”