Todo Parque Tecnológico y muy en especial los de carácter Científico-Tecnológico pasan por una etapa crucial en su lanzamiento y posterior consolidación como un parque viable y con éxito.
Esta etapa es la de atracción e implantación de los primeros interesados, que si se supera con éxito garantiza la posterior incorporación del grueso de empresas usuarias y con ello el éxito del parque. En esta etapa hasta alcanzar la “masa crítica” de usuarios es esencial disponer de la mayor flexibilidad en cuanto a facilitar que los potenciales usuarios decidan instalarse en el mismo, flexibilidad entendida no como una bajada del listón tecnológico, característico de cada parque, sino en cuanto a las diferentes formas de instalarse en él.
Tradicionalmente la gerencia de los parques ha buscado las empresas a radicar mediante concursos de venta de parcelas limitadas en la práctica a usuarios finales, lo que limita a su vez el número de empresas interesadas por tres motivos:
Primero, empresas tecnológicas o departamentos de I+D+i de grandes empresas que por cultura o estrategia empresarial no buscan inmuebles en propiedad, sino en arrendamiento y por lo tanto quedan fuera de los citados concursos.
Segundo, empresas tecnológicas con una cultura empresarial centrada en el desarrollo de sus investigaciones, prototipos y patentes y por lo tanto, totalmente ajenas a los problemas que significa, proyectar, contratar, construir y poner en marcha un inmueble, labores que, además, colapsarán durante casi dos años el tiempo y esfuerzos de gran parte de las personas claves de su organización, haciéndolas desatender su misión principal al frente de las labores de I+D+i.
Tercero, estas empresas muchas veces sometidas a procesos de rápido crecimiento, no siempre previsibles en su cuantía, ven limitado éste al tener que constreñirse a un edificio propio diseñado para un predeterminado volumen de medios humanos y técnicos, sin la flexibilidad de poder ampliar con rapidez los espacios disponibles ante una expansión superior a la prevista.
Este tipo de empresas muchas veces no recalan en un parque científico-tecnológico, como sería su deseo y para lo que reúnen todos los requisitos, al no tener la facilidad de poder adquirir, encargar un llave en mano, o arrendar un edificio que un tercero les ponga a su disposición.
Es para todos estos casos para los que un promotor especializado puede ser una gran ayuda para la dirección del parque, al poder ofrecer la alternativa de edificios llave en mano, o de características y estándares adecuados en venta o en arrendamiento a empresas del tipo indicado que en otro caso seguirían en otros emplazamientos menos apropiados a sus características.
Por otra parte este tipo de edificios no entra en conflicto con los “viveros de empresas”, propios de este tipo de parques, al tratarse de empresas que por su reducida dimensión inicial tienen su lógico acomodo en la zona que el edificio institucional del propio parque dedica a este tipo de empresas embrionarias.
El Parque Científico Tecnológico de Alcalá, TECNOALCALA, desde el primer momento de su desarrollo ha tenido claro que esta mayor flexibilidad ofrecía alternativas útiles a la tradicional de construcción de inmuebles e instalaciones por parte de las propias empresas usuarias y así dispone en este momento listos para su utilización inmediata de inmuebles en venta, y de inmuebles para arrendamiento.
De esta forma el Parque, en el edificio ZYE, dispone de superficies de 150 m2 a 2.000 m2 de oficinas y Laboratorios para cubrir las necesidades de cualquier empresa de alto componente de I+D+i, ya sea del sector Telecomunicaciones, Biotecnológica etc…