Las empresas deben invertir más en nuevas medidas para la eficiencia y la reducción del uso de agua en estas instalaciones. Silicon Valley cuenta con unos 800 centros de datos, centros que consumen más o menos la cantidad de agua en un año equivalente a 158.000 piscinas olímpicas.

Hasta ahora, los esfuerzos de la industria para conseguir una mayor eficiencia se han centrado en formas de reducir la demanda de los suministros municipales de agua a través de la reutilización de agua sucia o recogida de la lluvia. Otras empresas están optando por la instalación de tanques gigantes de almacenamiento o por cavar sus propios pozos.

Si bien las necesidades de agua de los centros de datos son más pequeñas en comparación con la agricultura, por ejemplo, su crecimiento exponencial lleva a adoptar medidas urgentes para frenar su impacto medioambiental.

Por otro lado, un estudio realizado el año pasado por Gartner puso de manifiesto que la elevada competencia, el dominio de los grandes proveedores en la nube, las guerras económicas y el nacionalismo son también otros factores que conducirán a la transformación del mercado de centros de datos para 2016.